INFLUENCER: el negocio que no acaba con la publicación de la foto



Supongamos que soy influencer (ejem, tienen que suponer mucho...) lo que significa básicamente que influyo a un grupo de personas. ¿De que manera las influyo? Podría influir en una manera de pensar, en una forma de actuar, pero no, yo influyo en los trapitos que se tienen que poner. Así que como soy verdaderamente muy influyente y las marcas se han dado cuenta de eso, se ponen en contacto conmigo y me ofrecen una colaboración. Como me parece un producto que va totalmente con mi "forma de ver la moda" y que yo llevaría (si no fuera porque ya me acostumbré sólo a llevar por lo que me pagan) acepto la colaboración y cobro un dinero por hacer unas fotos para IG de un producto que me han dado ellos. En el pie de foto obviamente describo las maravillas de la prenda, accesorio o "loquesea" que me han dado para enseñar y lo recomiendo sin antes mencionar la marca para que mis seguidoras lo compren y puedan llegar a ser tan felices como lo soy yo enseñándolo (aunque será difícil ya que yo no he gastado ni un duro y además me han pagado por ello) Fin.



Hasta aquí bien, normal, lógico. Está claro que para mí es un trabajo.

Vamos a imaginar que me han dado para la colaboración un jersey y un par de zapatos, que a pesar de haber dicho que me encantaban y eran mis favoritos obviamente nadie más los ha vuelto a ver. Es curioso porque yo que siempre estoy pensando súper proyectos novedosos para mis seguidores, podría enseñar más combinaciones con los zapatos que son un tanto particulares y que aunque yo no he pagado, soy consciente de que están elevados de precio. Pero yo ya pensé en llevarme el contrato, ahora que mis seguidores piensen que van a hacer con ellos, no les voy a dar todo masticado.

Aunque quizás el problema es que soy demasiado influyente y no paro de hacer colaboraciones por lo que no puedo permitirme repetir el calzado para una fotito, lo que me acarrea otro problema, el espacio en mi vestidor. ¿Qué hago con tanta "colaboración"? ¿Qué hago con tanta ropa, calzado y complementos que he amortizado sólo con ponérmela para una foto? Fácil! sigo ganando dinero vendiéndolo en Chicfy!

Y en éste punto vuelvo a ser yo, la madre treintona que trabaja de cajera y que piensa que vaya morro tienen las chicas éstas.

Lo que hacen ellas no es lo mismo que podemos hacer el resto. Yo misma tengo tienda en Chicfy, allí cuelgo las cositas que ya no uso, o que tengo similares, o que me cansé de ellas, o que fue un capricho o que realmente sólo me puse una vez por ser una ocasión especial, de ésta manera voy vaciando mi armario, o mejor dicho voy dejando hueco a las nuevas compras y ya está. No gano dinero en realidad, porque si me he comprado unas sandalias a 35 euros, las venderé a 20 euros, restándole la comisión me quedarían unos 15 euros.

Pero ellas no, no sólo no han pagado por el producto, sino que lo venden a precios sin estrenar, aún poniendo en la descripción que "tiene una mancha que se quita con un lavado" ¿¿¿Perdón??? Te han pagado por enseñar una prenda, te la has puesto 2 horas, la has manchado y la has vuelto a guardad como si nada, o lo que es peor, has ido directamente a sacarle más fotos para venderla o lo que es muchisisisisisimo peor, la has metido en la caja de prendas que enviar a Chicfy para que ellos mismos se molesten en fotografiar, subir y gestionar tu tienda, por lo que vuelvo a sentir el clink! de tu caja registradora, ya que no creo que Chicfy haga ese trabajo sólo por que tu eres una de sus influencers más queridas.

Lo malo de todo esto es el engaño que hay en todo el proceso, te engañan cuando te dicen que ellas eligen cuidadosamente las colaboraciones que hacen y que NUNCA publicitarían prendas que ellas mismas no se comprarían ejem!, luego en el post que hagan te explican que no saben como han podido vivir todo éste tiempo sin esa hermosa, cómoda y sofisticada sudadera de "leáse la marca" todo este tiempo y que sin dudas se ha convertido en una de sus favoritas del momento. (Hasta dónde yo sé una prenda se convierte en favorita cuando me doy cuenta de que la uso muy a menudo, en tal caso me ha encantado nada más verla, pero favorita no es) Luego te engañan al venderla así sin más (¿pero no era tu favorita? yo ni loca vendo mis prendas favoritas, porque por eso son favoritas) y ya el despiporre completo es que te la vendan sucia y a precio de nueva.

Conclusión: Nuestras influencers son más listas que las propias marcas, ya que éstas contactan con ellas basándose en unos seguidores muchas veces comprados, confiando en hacer un buen negocio gracias a la exposición que hacen ellas y resulta que en muchos casos ni tienen resultados traducidos en ventas, ni tienen producto, y ellas se deshacen más rápido que deprisa de las colaboraciones.

Ciao 





2 comentarios

  1. Me ha parecido muy interesante tu post e indignante a partes iguales. Menudo Morrazo tienen, pero claro si su legión de teenagers abducidos pagan por ropas usadas y sucias ¿ porque no hacer negocio? Si es que se lo ponen a huevo.

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    1. Tienes razón, se me olvidó mencionar también a las fans que van trás ellas cual estela de cometa... Es tremendo el mundo en el que viven de mentiras, y lo fácil que nos dejamos engañar.

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